CORTOS DE FICCION

 

En Enero de 2009, «La Verdad sobre el caso del señor Valdemar», basado en el cuento homónimo de Edgar Allan Poe, fue el primer cortometraje considerado la obra más importante del mes por el cine Ocho y Medio. Normalmente ese protagonismo se reserva para largometrajes  de ficción o documentales destacados, nunca para cortometrajes. Fue importante para nosotros, que nos mandamos un trabajo sin escatimar recursos, como si se tratara de una película con todas las de ley. Valdemar se estrenó en aquella ocasión junto a tres cortos más: «Hombre Muerto a Puntapiés» (Sebastián Arechavala), «Vida de ahorcado» (Iván Mora) y «El Techo» (Mi tesis en la escuela de cine de Cuba).

Presento aquí Valdemar y El Techo. Como intro sobre ambos, calza bien el texto que escribí para el público que asistió a las salas de cine a ver estos cuatro cortometrajes:

NOCHE DE ESCRITORES MALDITOS (Enero 2009)

En 1940, el escritor ecuatoriano Pablo Palacio fue internado en un manicomio donde permaneció hasta morir, a la edad de 40 años, el 7 de enero de 1947. Uno de sus relatos más célebres, “Un hombre muerto a puntapiés”, empieza así: “Anoche, el celador de policía no. 451, encontró a un individuo de apellido Ramirez casi en completo estado de postración. El desgraciado sangraba abundantemente por la nariz, e interrogado por el señor celador dijo haber sido víctima de una agresión…”

Las primeras líneas del hombre muerto a puntapiés coinciden en mucho con la descripción del hallazgo del cuerpo de Edgar Allan Poe, 98 años antes, en alguna de las calles de Baltimore. Poe estaba postrado, en estado de shock y delirante. Fue trasladado al hospital esa noche, donde murió (como le pasa al protagonista del cuento de Palacio) también a la edad de 40 años. Este tipo de acontecimientos no son más que coincidencias… pero solo hasta cierto punto. Poe, no supo explicar cómo había llegado a dicha situación, ni por qué, por ejemplo, llevaba ropas que no eran suyas. La leyenda cuenta que al morir pronunció estas palabras: «¡Que Dios ayude a mi pobre alma!» La oscuridad no solo estuvo presente en la literatura de Poe y Palacio, sino también en sus vidas. Y son esos mundos los que inspiraron los 4 cortometrajes que se exhiben esta noche, todos ellos influidos por obras literarias.

El Techo, filmado en 2002, fue mi tesis en la escuela de cine de San Antonio de los Baños, en Cuba. La historia tiene su origen en una de las realidades que más me impactó de ese país: cubanos que se hacen a la mar periódicamente en pos de la libertad y encuentran, en muchos casos, la muerte. El total hermetismo acerca del tema en la isla me recordó El proceso, la novela de Franz Kafka, que transcurre en un entorno de falsas realidades, miradas ocultas y de un destino del que no se puede escapar. No será difícil descubrir que algunos elementos de El proceso inspiraron El Techo.

Luego, dos cortometrajes basados en relatos de Pablo Palacio. Un hombre muerto a puntapiés se estrenó en 2008 y fue dirigido por Sebastián Arechavala. Estuvo presente en el Film Corner del festival de Cannes así como en varios festivales latinoamericanos. (La información actualizada del mismo puede encontrarse en www.unhombremuertoapuntapies.com) Vida de ahorcado, de Iván Mora, se estrenó en 2004 y fue considerada la mejor producción cinematográfica de ese año en Ecuador. Si bien aún no ha realizado un largometraje, Iván Mora es considerado uno de los directores más relevantes del cine contemporáneo de nuestro país.

El estreno de esta noche, La verdad sobre el caso del Señor Valdemar, fue filmado durante 4 días por un equipo de más de 60 personas, en jornadas de 15 y hasta 26 horas, en Septiembre de 2008. Fue una locura de la que salimos bien librados, gracias al talento y la pasión que cada miembro que el equipo aportó. Todos sus nombres están en los créditos finales, pero no puedo dejar de aprovechar esta oportunidad para reconocer y agradecer el esfuerzo extra que todos pusieron, creo que el resultado final nos hará ver que tantas horas de insomnio no fueron en vano. Gracias a ellos, Valdemar existe y puede proyectarse hoy al público. Extiendo también mi gratitud al personal de Ochoymedio que, por primera vez, considera a un cortometraje como el evento del mes en sus salas de cine.

Esta no será una noche de actores famosos, lindos paisajes o finales felices. Sí de un cine nacional poco conocido, pero no por eso exento de visión y contenido. Nos sumiremos en los terrenos de aquellos que nunca supieron o quisieron hablar de la belleza del mundo… o que, tal vez, encontraron la belleza en los sitios más sombríos de la naturaleza humana.

Carlos Andrés Vera


Valdemar fue desarrollado en el Talent Campus del festival internacional de Cine de Berlín, en Enero de 2008 y estuvo en competencia oficial en los siguientes festivales:

Festival Internacional de Cine de Los Angeles (EEUU), Festival Int. De Cortos de Rio de Janeiro (Brasil), Tampere Film Festival (Finlandia), St. Louis Int. Film Festival (EEUU), India International Film Festival (Short Film Corner). Quise estrenarlo en el Cero Latitud en Quito, pero lo consideraron «muy largo».

Luego de un año de «festivalear» y aprender que los cortos largos no se venden, decidí hacerlo público en internet. Después de todo, se hizo para que lo vea la gente. Yo, me divertí suficiente viajando con él y aprendiendo algunas lecciones que la experiencia me dejó. Hoy el corto es de todos lo que lo quieran ver:

El Techo se estrenó en la EICTV, en Cuba, en 2002. Luego de eso, la EICTV optó por no exhibirlo más en Cuba. Estuvo presente en el Festival de Friburgo (Suiza), Festival Int. de Cortos de Sao Paulo (Brasil), Abteilung (Viena-Austria), Salzburgo (Austria), y Festival de Cartagena (Colombia).  Ganó el primer premio en el 2do Festival Internacional de Cine de Cuenca. Curiosamente, no fue aceptado en la primera edición del Festival Cero Latitud en Quito. De acuerdo a los organizadores, era «demasiado bueno» con relación a los otros cortos.  Estreno mundial en internet:

 

Les comparto un artículo de Fernando Balseca, publicado en el Universo, a propósito de un estreno privado que tuvo El Techo en 2003:

El techo y el piso (Febrero 5, 2003)

Fernando Balseca

Miércoles 15 de enero en Quito. Por la mañana el país sigue con interés las incidencias de la sucesión presidencial que, se dice, es trascendental. Es el primer día del nuevo Gobierno y el poder se solaza haciendo renacer las esperanzas para los más necesitados. Todos dicen que van a trabajar por el bien del país, que han descubierto un modo para que la economía, la educación, la salud y la civilidad funcionen en beneficio de las mayorías. La corrupción pronto será una cuestión del pasado.
Por la tarde, la fiesta del pueblo. El Presidente en el estadio siente que su pueblo llano lo acompaña. Los nuevos secretarios de Estado le sonríen a la masa con rostros que resplandecen. El flamante Presidente dice que está dispuesto a dar su vida por nuestro bienestar. Al principio sufriremos un poco, pero por ahora todos ellos nos invitan a compartir el frenesí de la fiesta.

Por la noche en una sala de cine se estrena el cortometraje El techo de Carlos Andrés Vera. Y lo que vemos en la pantalla contrasta con el alborozo del discurso político. La película nos lleva a un país que ha vivido permanentemente en la promesa de transformaciones que no llegan, como nosotros. Visto desde el trasfondo de nuestra situación inmediata, el cortometraje nos permite inquirir si puede ser cierta la oferta de felicidad que el nuevo Gobierno ha predicado incesantemente en su primer día. El filme, de una certera economía del lenguaje cinematográfico, nos presenta un fragmento de la vida de una pareja, acaso de recién casados, que llegan a vivir a un edificio. Hay tantas promesas que él la toma en brazos a ella en el rito de entrada al departamento. De esta escena no se puede esperar sino la dicha futura.

Pero una cosa es lo que decimos de la realidad y otra los cuestionamientos que se derivan de El techo, ya que la película vertiginosamente atestigua la desilusión que se respira en el departamento. Él es un fotógrafo que registra con su cámara los cuerpos caídos de vecinos y vecinas que se lanzan desde lo alto del edificio. La mujer, aparentemente en mayor dominio de sí, hace lo imposible para que su pareja se olvide de esos cuerpos reventados en la caída. De la paz del inicio la pareja sobrelleva una desintegración no solo interior sino también del exterior. El edificio es un microcosmos que reproduce el inmenso y pesado mundo de afuera, pues hasta aparecen los funcionarios del Estado que niegan la realidad de lo que pasa.

¿Será que, como la pareja de El techo, pronto empezaremos a vivir los problemas domésticos que vienen con todo nuevo gobierno que ha ofrecido días mejores? ¿Qué hace falta para que los golpes no lleguen tan brutalmente? El valor del arte es que produce una verdad única que se instala en cada espectador: no hace un pase de engaño colectivo. Por esto El techo  –de un director de 23 años– puede ser una de las mejores películas de ficción del cine ecuatoriano de todos los tiempos. Su atmósfera de tensión nos va sacando poco a poco del engaño de la felicidad total. El talentoso arte cinematográfico de Carlos Andrés Vera dibuja sin concesión alguna las contradicciones del ser humano que a sí mismo se impone condiciones que después no puede cumplir.

9 Responses “CORTOS DE FICCION” →
  1. interesante trabajo. muy bueno que lo hayas colgado a internet libremente.

    el del señor valdemar lo pude ver en el maac, pero del otro no tenía ni idea. felicitaciones.

    Responder

  2. frantz

    enero 4, 2011

    Adelante con Atacames!

    Responder

  3. Freddy Baquero

    May 29, 2011

    Y donde se puede ver esas películas ??

    Responder
  4. hola carlos andrés,
    mi nombre es javier izquierdo y soy el programador de un nuevo festival de cine de cuenca que se realizará del 18 al 25 de noviembre. el caso es que estoy armando una retrospectiva de cortos de y con manuel calisto, y obviamente quería incluír «la verdad sobre el caso valdemar». por favor avísame si estaría de acuerdo y en qué formatos lo tienes disponible.
    gracias y saludos,
    javier

    Responder

  5. David Rivera

    febrero 28, 2012

    muy bueno me mantuviste atento en toda la trama, pero dime porfavor que el hombre recostado en la ventana en el minuto 19:03 fue a proposito jajaja

    Responder
  6. Hi there I am so happy I found your weblog, I really found you by error, while I was searching on Google for something else, Regardless I
    am here now and would just like to say cheers for a incredible post and a
    all round entertaining blog (I also love the theme/design), I don’t have time to go through it all at the minute but I have book-marked it and also included your RSS feeds, so when I have time I will be back to read more, Please do keep up the awesome job.

    Responder
  7. La razón no exige fuerza, los grandes líderes revolucionarios lograron sus objetivos buscando la prosperidad y el bien común no polarizando la sociedad con el odio de clases, uniendo voluntades con la fortaleza que encontramos en la paz y no la agresión, por naturaleza el ser humano y por sentido comun busca el bienestar no la destrucción, gracias por ser parte de la solución y no del problema.

    Responder
1 Trackback For This Post
  1. Tweets that mention CORTOS DE FICCION « PoliFiccion -- Topsy.com

    […] This post was mentioned on Twitter by esther burgos and lourdes serrano. lourdes serrano said: RT @carlosandresve: También encontrarán trabajos míos en el Blog: CORTOS DE FICCION: http://t.co/Oi7wkVt […]

Replica a polificcion Cancelar la respuesta