POR QUÉ VOTO POR LASSO

Posted on febrero 14, 2013

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Contexto:

Exactamente un año atrás, el 15 de Febrero de 2012, acudí a la Corte Suprema de Justicia porque quería ser testigo de un hecho histórico: la consolidación de un modelo totalitario en nuestro país. Había que verlo: un “Presidente” se apoderó de la justicia a través del voto (sin siquiera tener mayoría: 47%) para luego usarla a su favor en un juicio con irregularidades probadas que lo favorecieron en una sentencia por 40 millones y tres años de cárcel… por una injuria. En ninguna democracia en el mundo, existe un antecedente similar. Escribí una crónica al respecto y me fui a casa convencido de que atravesamos un momento histórico, no por las obras de la “revolución ciudadana”, sino por una concentración de poder superior incluso al de las dictaduras “blandas” que tuvo Ecuador.

Ante ese escenario, no cabe la neutralidad pacata. Hay quienes en un razonamiento que roza la complicidad, creen que a este gobierno hay que verle las cosas “buenas” y “malas” para ponerlas en una balanza. Como si las cosas “malas” se trataran de errores comunes en el ejercicio del poder.

Como si fuera posible balancear carreteras con democracia.

Y es que las cosas “malas” de este gobierno tienen relación con los mismos cimientos de la democracia. Como “cosa mala”, Rafael Correa se ha apoderado de los tres poderes del Estado, además de sus instituciones de control y fiscalización. Ni siquiera lo han hecho de manera disimulada: La mayoría de vocales del Consejo de Participación Ciudadana tienen antecedentes laborales en el gobierno. La asamblea, presidida por quien en la constitución optó por la sumisión a Alexis Mera antes que por el diálogo abierto que planteó Alberto Acosta: Fernando Cordero, ha bloqueado todos los procesos de fiscalización. La Corte Constitucional, afín al oficialismo. La Fiscalía está a cargo del abogado personal de Correa, Galo Chiriboga, también su ex ministro y embajador. El Consejo Nacional Electoral, a cargo de un ex ministro. El Consejo de la Judicatura, a cargo del ex secretario personal del Presidente. Y la Corte nacional de Justicia, de acuerdo al mismo informe de Baltazar Garzón, constituida a través de un proceso donde se favorecieron a jueces de manera irregular.

Estos son hechos, no interpretaciones. Luego viene la pregunta: ¿por qué la obsesión de Rafael Correa por concentrar todo el poder? A esta altura, las respuestas están a la vista: Rafa busca perennizarse. Un ejemplo es el proceso electoral que está terminando, con todo el aparato del Estado favoreciéndolo a él: desde el uso de bienes públicos para su campaña hasta la posibilidad de realizar reformas y leyes que le permitan ganar votos con la complicidad absoluta del CNE, ciego y mudo ante un sinnúmero de violaciones a las normas electorales. ¿Y para qué perennizarse en el poder? Porque si nadie frena la corrupción, el poder es un gran negocio y Rafa está rodeado de personajes que han hecho fortuna solo por estar cerca de él. Los síntomas son inequívocos: hay más periodistas que funcionarios corruptos con sentencias.

En ese contexto, un año atrás, decidí que era casi un deber apoyar a un candidato de oposición. Obviamente, tampoco se trata de apoyar a cualquiera. Y mi apoyo, idealmente, sería mucho más que un voto. Yo quería trabajar para que se termine el totalitarismo, el abuso de poder y la corrupción imparable del gobierno de Rafael Correa.

Guillermo Lasso

Lo conocí en Mayo del año pasado y por las circunstancias más novedosas: el me seguía en twitter y alguno de mis artículos le había parecido interesante. Quería conocerme. Antes de eso, yo ya había hecho un análisis personal del posible escenario electoral. El único que se perfilaba como alguien a considerar era Guillermo Lasso. Y confieso que en un principio, la opción no me resultaba atractiva.

En primer lugar, no me parecía conveniente que un banquero sea Presidente. Elemental conflicto de intereses: ¿Cómo los ciudadanos podemos estar seguros que desde el ejecutivo no se planea beneficiar únicamente al sector de la banca con uno de sus representantes en el poder? En segundo lugar, tengo abismales diferencias con la visión del Opus Dei, ala católica de la cual Guillermo Lasso es miembro. La historia es rica en ejemplos de lo peligroso que puede ser mezclar religión y Estado. Y la tercera: ¿tuvo Lasso alguna relación con el feriado bancario por su partición en el gobierno de Mahuad? Estas eran mis principales dudas respecto al posible candidato. Y antes de conocerlo, me di a la tarea personal de explorar, en la medida de mis posibilidades, sus antecedentes. Luego, cuando lo conocí personalmente, le expresé mis dudas.

¿Banquero Presidente?

Hay que preguntarse por qué un banquero quiere llegar al poder. La primera idea surge de un prejuicio: el banquero quiere más poder para ganar más dinero. Eso dicta nuestra natural desconfianza hacia quienes han hecho fortuna privada y luego ostentan importantes cargos del Estado. Pero los hechos derrumban fácilmente ese prejuicio. Por varios factores y a pesar de todas las normas impuestas por Rafael Correa, la banca nunca tuvo tantas utilidades como con este gobierno. Nunca los banqueros hicieron tanta plata como con Rafael Correa. ¿Por qué entonces querría un banquero llegar al poder si la manera más fácil de seguir haciendo dinero, como un gran sector de la empresa privada ha hecho, es hacer negocios con el gobierno, o en el mejor de los casos, guardar silencio ante sus abusos?

Hablando con él, no me parece que Lasso busque más dinero. Su fortuna es suficiente para que su familia viva tranquila por algunas generaciones. La razón es otra. Hay que estudiar su vida para ver que Guillermo Lasso ha sido siempre un hombre que se plantea retos y los alcanza. A sus 15 años, el reto era pagarse sus estudios. 15 años después, estaba a cargo de una importante financiera. 10 años después, logró que un banco pequeño se convierta en uno grande. Desde su punto de vista, sus desafíos en el sector financiero están agotados. Personalmente, siente que aportó todo lo que podía aportar desde la banca y desea aplicar su liderazgo y conocimiento en el sector público.

Obviamente, en un país como Ecuador, tener dinero, ser banquero o ser exitoso, son malas palabras. Pero a eso voy después.

(Entrevista con Jorge Gestoso, donde más cuestionaron a Lasso y donde mejor respondió)

¿Presidente Curuchupa?

No comparto la visión del Opus Dei, pero la respeto como opción religiosa. Uno no tiene derecho a andar proclamando libertades y cuestionar decisiones personales, como la religión que cada uno escoge. Mi principal temor respecto a ese tema, era que Lasso imponga visiones del Opus Dei como políticas de Estado. Así como respeto la opción religiosa de cualquiera, soy contrario a mezclar religión y Estado (significaría un retroceso de más de un siglo). Esa duda fue fácilmente despejada cuando conocí al equipo de Fundación Ecuador Libre y al equipo de campaña de Lasso.

Fundación Ecuador Libre es un “think tank” donde trabajan alrededor de 30 personas. El promedio de edad de ese grupo debe bordear los 35 años y en su gran mayoría, se compone de ecuatorianos y ecuatorianas liberales, que se han formado dentro y fuera del país. En algunos casos, liberales radicales. No hay que tener mucho conocimiento de historia para saber que los dogmas religiosos y el liberalismo nunca han caminado de la mano. Es Fundación Ecuador Libre quien genera toda la información que nutre el discurso de Lasso y también quienes se han dedicado a realizar sus propuestas de gobierno, basándose en años de estudio de prácticamente todos los sectores del país. Si a la hora de escoger su equipo de propuestas y de campaña, Lasso tuvo la claridad de dejar la religión a un lado, no tengo ninguna razón para pensar que la impondría desde el poder.

¿Hay temas que incomodan a Lasso? Sí, los hay. Sobre todo dos: legalización del aborto y el matrimonio gay. He tenidos charlas acaloradas con él respecto a esos temas. Guillermo ha sido claro en que no impulsaría reformas que permitan el matrimonio homosexual. Respecto al aborto, para él la muerte de un embrión o feto es inaceptable, pero también es inaceptable que la mujer deba ir a prisión por eso. Yo creo el aborto debe ser despenalizado y no veo por qué el Estado deba impedir que dos personas puedan casarse, al margen de sus tendencias sexuales. Las posiciones de Guillermo respecto a estos temas, tienen más relación con sus principios personales que con algún afán de imponer visiones religiosas. Lo que he podido comprobar, es que Guillermo escucha con atención las visiones contrarias a la suya, las medita y se nutre de ellas. No me sorprendería que en su eventual gobierno el debate de estos temas sea parte de la agenda de opinión pública que impulse el poder. Personalmente, exigiré siempre un estado más liberal, tanto en lo político y económico como en lo individual. De lo que estoy seguro, es que ni mis diferencias ni las de nadie con él en temas como estos, Lasso las dirimiría con cadenas difamatorias de la SECOM.

La crisis del 99

Desde que Lasso es candidato, el gobierno ha puesto en marcha la mayor maquinaria de campaña sucia de la que este país haya sido testigo. Lo han hecho además socavadamente, desde el anonimato, y pretenden hacernos creer que videos como “La Feriatta” (cuya producción supera fácilmente los $50 000) es realizada por ciudadanos comunes. Ahá. “Ciudadanos comunes” como Fernando Alvarado, que no se cansa de promover esa campaña sucia desde su cuenta twitter a la menor oportunidad. Para no ir más lejos: El mismo CNE (afín a Correa) le prohibió a la SECOM que vuelva a emitir “La Feriatta” en medios públicos (aceptando que hubo una violación a las normas… violación que NO HA TENIDO SANCIÓN). Con eso, se revelaron de cuerpo entero. Alvarado y su gente (entiéndase la agencia familiar UMA) estuvo atrás de toda esa campaña sucia. ¿Quién la financió? Algún día tendrán que responder.

Lasso respondió tarde, pero contundentemente, la campaña sucia de Correa:

Si bien es claro que los medios públicos nunca pasarán esta réplica (en teoría tienen hasta hoy para hacerlo), los hechos son irrefutables. En 2007, la comisión de delitos financieros, creada por el propio Rafael Correa, no encontró responsabilidad de Lasso o del Banco de Guayaquil. Ese informe, no se ha hecho público, seguramente porque sí responsabiliza a Pedro Delgado, a quien Correa protegió por años. Afortunadamente, alguien filtró un adendum del informe. Y para que no se lo cuenten, usted puede descargarlo aquí:

FERIADO BANCARIO CFN001

Los responsables de la crisis financiera del 99 están claramente identificados. Muchos de ellos, incluido el primo Pedro Delgado, prófugos de la justicia. Si Lasso en verdad fuera responsable, un gobierno que controla las cortes como este, hace rato lo habría enterrado. Pero como no lo es, se han visto obligados a crear campañas sin firma de responsabilidad. Las conclusiones llegan solas. Hasta ahora, más allá de videos, vallas y pasquines difamatorios así como posts llenos de antipatías, no he visto una sola evidencia o documento que pruebe responsabilidad de Guillermo Lasso en la crisis de 1999. Para decepción de la fanaticada correísta, he visto documentos DE ESTE GOBIERNO que prueban exactamente lo contrario, como el que muestro en este post. 

Aún así, si Lasso fue responsable, sigo abierto a que alguien exponga las evidencias. (Trolls, abstenerse de mandarme más videos producidas por la SECOM.)

Con esto quedaron despejadas mis dudas respecto al candidato. ¿Pero por qué considero que es alguien digno de apoyar?

Las virtudes de Lasso

Guillermo está lejos de ser el caudillazo que tanto nos gusta a los ecuatorianos. No es bueno para putear desde la tarima ni le hace mucho al baile. Solo en las últimas semanas se ha podido apreciar su crecimiento como candidato. Habla con mayor seguridad y soltura, responde con claridad y firmeza duros cuestionamientos, etc. Aún así, Lasso está muy lejos de ser un candidato ideal (que no es lo mismo que ser un Presidente ideal). Pero su visión de país es una que definitivamente comparto: hay que «descorreizar» al Ecuador (caminar hacia una democracia) y dejar atrás el modelo económico totalmente dependiente de los precios del petróleo.  

Lasso empezó su camino a Carondelet al menos tres años atrás, recorriendo silenciosamente el país. Cuando lo conocí, me dijo que tenía al menos 5000 horas de video producto de esos recorridos. Le interesaba ver si yo podía hacer algo con todo ese material, editarlo para que le quede alguna especie de documental o resumen personal. Al principio, no pensé que el material fuera tanto. Pero lo era. Miles y miles de horas de material filmado de Guillermo escuchando a todo tipo de gente: pequeños empresarios, organizaciones de mujeres, trabajadores, pescadores, agricultores, minorías sexuales, etc etc. Llamó mi atención que lo que más hacía Guillermo era escuchar. También me sorprendió la calidez e interés con que la gente lo recibía. Eso me devolvió la fe en un sector que en su mayoría aún está lejos de contagiarse de los prejuicios y odio que tanto impulsa Correa.

Sentarme a revisar 5000 horas de video me habría tomado meses. Entonces le propuse filmar su biografía. Lo que más admiro en él es su historia personal, Guillermo es alguien que se hizo a sí mismo.

Esta es la biografía que filmé y creo que resume bastante bien sus virtudes:

Finalmente, hay que decir algo que no se ha dicho hasta ahora. De todos los candidatos de la oposición, Lasso es el único que compite para ganar. Todos los demás, han apostado por posicionar su imagen de cara al futuro. Le apuestan al 2017 o a dignidades como próximas alcaldías. Sus prioridades están lejos de ponerle un freno al modelo totalitario ahora. Candidatos como Rodas y Wray le han dado prioridad a su posicionamiento político antes que buscar una alianza que pueda contrarrestar la maquinaria correista. Acosta hace vanos intentos por desmontar el monstruo que creó. El resto de candidatos, no merecen siquiera una mención.

Lasso no quiere ser presidente el 2017, quiere serlo ahora. Es de los pocos políticos ecuatorianos que ha abandonado esa zona de confort que implica sembrar ahora para cosechar después (como si la democracia se tratara de algo que vale la pena postergar a cambio de capital político). Lasso se la jugó en el momento más fuerte del correismo, justo cuando su principal rival controla a su antojo todo el aparato estatal. Tomando como referencia la actitud cómplice o tibia de la mayor parte de la oposición y el festín que buena parte del empresariado ecuatoriano se está dando a base de corrupción gubernamental, Lasso ha dado una pelea de la mano de su familia, sus electores y con lo que un partido lleno de gente entusiasta puede generar como CREO. Jugarse en el momento más difícil, contracorriente, es digno y valiente.

Pocos días antes de las elecciones, lo único claro es que Lasso será segundo. Hay encuestas que le dan 9% y otra que lo acerca al 30%. Ninguna discute que es segundo y todos los candidatos, desde Rafa hasta la multicolor oposición, lo han atacado (inequívoco síntoma de que va segundo). La segunda vuelta es un escenario aún incierto y el peor para el correismo. Llegue o no a la segunda vuelta, me alegra haber apoyado a Guillermo Lasso en su esfuerzo por ponerle un freno al totalitarismo. 

Si llegara a la presidencia, habría que respaldarlo haciendo exactamente lo contrario a lo que la fanaticada correista hace con su líder: a Lasso habrá que exigirle transparencia en el ejercicio del poder y siempre, siempre, cuestionar y denunciar sus errores o los de su gobierno.

Confío en que él sabrá escuchar.

 

Documento adicional: PLAN DE GOBIERNO DE CREO (click acá)

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Posted in: Política