TWO MILLION BUCK SMILE

Posted on febrero 7, 2012

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Los siguientes, son fragmentos extremadamente cómicos de la demanda civil que Rafa impulsó contra los periodistas Juan Carlos Calderón y Cristian Zurita y cuya sentencia en primera instancia los condena al pago de un millón cien mil dólares por demandado. Los textos son cómicos. Que exista un juez que los tome en serio, no. Luego de cada párrafo, hago unos breves comentarios.

“En el libro referido, desde la portada y en todo su contenido, de forma reiterada, continua, dolosa, maliciosa y temeraria, se toma el nombre del suscrito y se le vincula con hechos falsos e irreales; los denunciados de manera frontal y directa atacan falsamente a su reputación, honor y dignidad, incluso hacen referencias gravemente perjudiciales y difamatorias respecto a la transparencia con la que se desenvuelve en el leal cumplimiento de sus funciones como Jefe de Estado. Solo en las mentes perversas llenas de odio y maldad de quienes nunca han ganado una elección popular ni tienen el respaldo del pueblo ecuatoriano, se pueden forjar esta clase de ideas, pensamientos y comentarios, que no hacen otra cosa que reiterar que son paniaguados de la oligarquía corrupta que tanto daño hace a la Patria”

Jaja. Perdónenme Juan Carlos, Cristian y amigos lectores, pero es que no puedo dejar de reir. En la primera parte de esta joyita, se afirma que el libro vincula a Rafael con “hechos falsos e irreales”. Mentira: el libro denuncia cómo Fabricio Correa realizó una serie de contratos con el Estado a través de empresas donde él no figuraba como dueño, creando figuras legales complejas para sortear los obstáculos en la ley. Fabricio Correa está vinculado a su hermano Rafael, no sólo porque tienen la misma sangre, sino porque trabajaron juntos en la campaña electoral y porque Fabricio fue, hasta el día de la primera denuncia, muy cercano al círculo de poder de su hermano sin ser funcionario público. Tan “falsos e irreales” son esos hechos, que lo primero que hizo Rafael después de la primera investigación publicada en Expreso fue defender los contratos. Afirmó además en una entrevista conocer la compra de Cosurca y los créditos de la CFN. Su discurso fue, durante dos semanas, que ninguno de esos contratos eran ilegales y desafió a cualquiera a probar que había algo ilegal en esos contratos.

El párrafo termina casi con una cita de una cadena sabatina: esa falacia, tan cómica, de que hay que ganar una elección popular y tener el respaldo del pueblo ecuatoriano para cuestionar al poder. Afirma que los periodistas son “paniagudos de la oligarquía corrupta que tanto daño le hace a la patria”. Es decir: los acusa de corruptos sin una sola prueba. Los injuria en una demanda por supuestas injurias e ignora que si su hermano no habría contratado – ¿decenas, centenas? – de millones de dólares con el Estado (hablando de oligarquías…), no tendríamos este problema.

Sigamos

“Por medio de votación popular ha sido electo Presidente Constitucional de la República, función  que ha desempeñado con apego a sus principios y valores, de manera democrática y transparente, con manos limpias de toda corrupción (quizás esto es lo que les duele a estos testaferros de la partidocracia), sin que exista de su parte durante el tiempo de su mandato, intención alguna de tomar la decisión personal de entregar contratos a empresas particulares, relacionadas con terceras personas o su familia; es decir, los denunciados al pretender vincularle como delitos, buscan como única finalidad resquebrajar su honor, atropellar su buena imagen y someterse a la censura nacional e internacional, solo a base de sus protervos pensamientos llenos de odio y maldad, pretendiendo ellos, con esta publicación, congraciarse, hacerse un espacio dentro del círculo de aquellos que saquearon y destruyeron la Patria”

¡Jajaja! ¿Esto es una demanda o una cadena de la SECOM? Se parece más a un texto redactado por Alvarado que uno de un abogado medianamente serio.

Además del tufo propagandístico, el texto está lleno de subjetividades. Afirma que Rafa se ha desempeñado con total transparencia y honestidad y que sus manos están limpias de toda corrupción. Resulta muy interesante, porque el libro “El Gran Hermano” en ningún momento insinúa o afirma que Rafael es corrupto. Lo que hace el libro, como dije, es demostrar cómo Fabricio contrató con el Estado. No le corresponde a los periodistas determinar si esos contratos fueron o no delitos y si Rafael fue cómplice o autor de los mismos. Calderón y Zurita hacen lo que les corresponde: hacer pública una investigación periodística para que sean las autoridades quienes determinen si hubo o no alguna ilegalidad. Sin embargo, Rafa siente que lo han hundido en el lodo de la corrupción, a pesar de que fue él mismo quien, a partir de la denuncia, defendió los contratos para luego terminarlos.

Luego, la cosa se pone grave:

“También, en la Pág. 199, afirman: “El Presidente sí conocía los contratos de su hermano”. Que en el ejercicio de sus funciones y en su diario vivir ha actuado de forma próvida y legal, por ello no ha sido autor, cómplice o encubridor de delito alguno ni de ninguna persona, siendo absurdo que se diga que ha conocido sobre los contratos de su hermano, cuando hasta la saciedad ha manifestado cual ha sido su actuación en relación a la situación de su hermano Fabricio Correa Delgado y definitivamente, nunca ha conocido que su hermano estaba contratando con el Estado, hecho que a pesar de ser posteriormente reconocido por los escritores ya deja ver en ellos su animus injuriandi, por cuanto, aun sabiendo y conociendo la verdad de las cosas de primera intención le atacan con sendas afirmaciones pretendiendo hacer después, cuando ya se ha dejado en los lectores una errada impresión e imagen del suscrito, acotaciones absurdas que de ninguna forma alivian el mal causado”.

Gutemberg, creo que Alembert merece un tirón de orejas. Está sacando una frase de contexto. ¿Por qué no citó en la demanda la frase completa? La frase es la siguiente:

“El Presidente sí conocía de todos los contratos de su hermano. Fabricio Correa Delgado lo reconoció y argumentó su afirmación al mencionar una conversación que mantuvo con el primer mandatario …” (Negrilla y subrayado son mías)

El texto claramente señala que la afirmación es de Fabricio Correa. Estimado Gutemberg, me temo que Alembert distorsiona el sentido de lo escrito en el libro. Pero no creo que lo haya hecho con mala fe. Lo más probable es que no haya leído el libro y alguien lo haya engañado, por lo que encantado me encargaré de hacerle llegar una copia a este noble abogado.

Sin embargo, aparte de la distorsión de lo escrito, hay algo mucho más interesante en este párrafo: “por ello (Rafael) no ha sido autor, cómplice o encubridor de delito alguno ni de ninguna persona, siendo absurdo que se diga que ha conocido sobre los contratos de su hermano…”. ¿Están afirmando los abogados de Rafa que lo hecho por Fabricio es ilegal?  ¿Por qué dicen que Rafa no ha sido autor, cómplice o encubridor de delito alguno si nadie lo acusó de aquello? ¿No se supone que no había nada ilegal en los contratos de Fabricio y que por eso el es libre y feliz?

Supongamos que Calderón y Zurita efectivamente afirmaron que Rafa conocía los contratos. Si estos contratos no son ilegales como decenas de veces afirmó Rafa, ¿dónde está la injuria? No es injuria decir que alguien conoce un tema legal. Pero si los contratos de Fabricio son ilegales y los periodistas acusan a Rafa de conocer un delito, ¿por qué no se ha tomado ninguna (NIN-GU-NA) acción contra el supuesto autor de ese delito?

Evidentemente, los favorecidos con la demanda son Rafael (que se hace millonario) y Fabricio (que hizo contratos millonarios sin sanción). Los que pierden, son los que sacaron los trapos a la luz.

Terminemos con la payasada:

“Casi al final del pseudo libro, en la página 458, de forma equivocada y atrevida realizan la siguiente cuestión: “¿Qué hubiera pasado si la investigación periodística no hubiese revelado esta relación de negocios entre el hermano contratista y funcionarios del Gobierno del hermano Presidente?”. “¿Fabricio Correa habría seguido acumulado millonarios contratos a través de empresas vinculadas y el Gobierno habría simulado no darse cuenta?”. Que es evidente que los pseudos escritores con sus infundadas y delincuenciales afirmaciones pretenden figurar y acaparar los medios de comunicación, sin embargo, esto no les da derecho a dañar y atacar su imagen y peor aun atribuirse hechos que surgieron en base a su convicción y buenos principios y no a la intimidación absurda supuestamente proveniente de las pseudo investigaciones de los denunciados, creyéndose ellos que están por encima del bien y mal y que por ello tienen patente de corso para denigrar a diestra y siniestra la honra ajena, en este caso del suscrito”

¡Jajajajaja! (Disculpen, es que estos abogados escriben muy chistoso)

Las preguntas del libro son absolutamente sensatas. Y me atrevo a ensayar una respuesta: si Calderón y Zurita no denunciaban los contratos de Fabricio, éste seguiría contratando con el Estado y permanecería como una persona cercana al círculo íntimo de poder. Si el ánimo de Rafa fuera frenar la corrupción, su hermano debería responder ante los tribunales y no quien lo denunció.

Pero son los periodistas quienes deben pagar y el poderoso, el que estrene su two million buck smile.

Posted in: Política