Los siguientes, son fragmentos extremadamente cómicos de la demanda civil que Rafa impulsó contra los periodistas Juan Carlos Calderón y Cristian Zurita y cuya sentencia en primera instancia los condena al pago de un millón cien mil dólares por demandado. Los textos son cómicos. Que exista un juez que los tome en serio, no. Luego de cada párrafo, hago unos breves comentarios.
“En el libro referido, desde la portada y en todo su contenido, de forma reiterada, continua, dolosa, maliciosa y temeraria, se toma el nombre del suscrito y se le vincula con hechos falsos e irreales; los denunciados de manera frontal y directa atacan falsamente a su reputación, honor y dignidad, incluso hacen referencias gravemente perjudiciales y difamatorias respecto a la transparencia con la que se desenvuelve en el leal cumplimiento de sus funciones como Jefe de Estado. Solo en las mentes perversas llenas de odio y maldad de quienes nunca han ganado una elección popular ni tienen el respaldo del pueblo ecuatoriano, se pueden forjar esta clase de ideas, pensamientos y comentarios, que no hacen otra cosa que reiterar que son paniaguados de la oligarquía corrupta que tanto daño hace a la Patria”
Jaja. Perdónenme Juan Carlos, Cristian y amigos lectores, pero es que no puedo dejar de reir. En la primera parte de esta joyita, se afirma que el libro vincula a Rafael con “hechos falsos e irreales”. Mentira: el libro denuncia cómo Fabricio Correa realizó una serie de contratos con el Estado a través de empresas donde él no figuraba como dueño, creando figuras legales complejas para sortear los obstáculos en la ley. Fabricio Correa está vinculado a su hermano Rafael, no sólo porque tienen la misma sangre, sino porque trabajaron juntos en la campaña electoral y porque Fabricio fue, hasta el día de la primera denuncia, muy cercano al círculo de poder de su hermano sin ser funcionario público. Tan “falsos e irreales” son esos hechos, que lo primero que hizo Rafael después de la primera investigación publicada en Expreso fue defender los contratos. Afirmó además en una entrevista conocer la compra de Cosurca y los créditos de la CFN. Su discurso fue, durante dos semanas, que ninguno de esos contratos eran ilegales y desafió a cualquiera a probar que había algo ilegal en esos contratos.
El párrafo termina casi con una cita de una cadena sabatina: esa falacia, tan cómica, de que hay que ganar una elección popular y tener el respaldo del pueblo ecuatoriano para cuestionar al poder. Afirma que los periodistas son “paniagudos de la oligarquía corrupta que tanto daño le hace a la patria”. Es decir: los acusa de corruptos sin una sola prueba. Los injuria en una demanda por supuestas injurias e ignora que si su hermano no habría contratado – ¿decenas, centenas? – de millones de dólares con el Estado (hablando de oligarquías…), no tendríamos este problema.
Sigamos
“Por medio de votación popular ha sido electo Presidente Constitucional de la República, función que ha desempeñado con apego a sus principios y valores, de manera democrática y transparente, con manos limpias de toda corrupción (quizás esto es lo que les duele a estos testaferros de la partidocracia), sin que exista de su parte durante el tiempo de su mandato, intención alguna de tomar la decisión personal de entregar contratos a empresas particulares, relacionadas con terceras personas o su familia; es decir, los denunciados al pretender vincularle como delitos, buscan como única finalidad resquebrajar su honor, atropellar su buena imagen y someterse a la censura nacional e internacional, solo a base de sus protervos pensamientos llenos de odio y maldad, pretendiendo ellos, con esta publicación, congraciarse, hacerse un espacio dentro del círculo de aquellos que saquearon y destruyeron la Patria”
¡Jajaja! ¿Esto es una demanda o una cadena de la SECOM? Se parece más a un texto redactado por Alvarado que uno de un abogado medianamente serio.
Además del tufo propagandístico, el texto está lleno de subjetividades. Afirma que Rafa se ha desempeñado con total transparencia y honestidad y que sus manos están limpias de toda corrupción. Resulta muy interesante, porque el libro “El Gran Hermano” en ningún momento insinúa o afirma que Rafael es corrupto. Lo que hace el libro, como dije, es demostrar cómo Fabricio contrató con el Estado. No le corresponde a los periodistas determinar si esos contratos fueron o no delitos y si Rafael fue cómplice o autor de los mismos. Calderón y Zurita hacen lo que les corresponde: hacer pública una investigación periodística para que sean las autoridades quienes determinen si hubo o no alguna ilegalidad. Sin embargo, Rafa siente que lo han hundido en el lodo de la corrupción, a pesar de que fue él mismo quien, a partir de la denuncia, defendió los contratos para luego terminarlos.
Luego, la cosa se pone grave:
“También, en la Pág. 199, afirman: “El Presidente sí conocía los contratos de su hermano”. Que en el ejercicio de sus funciones y en su diario vivir ha actuado de forma próvida y legal, por ello no ha sido autor, cómplice o encubridor de delito alguno ni de ninguna persona, siendo absurdo que se diga que ha conocido sobre los contratos de su hermano, cuando hasta la saciedad ha manifestado cual ha sido su actuación en relación a la situación de su hermano Fabricio Correa Delgado y definitivamente, nunca ha conocido que su hermano estaba contratando con el Estado, hecho que a pesar de ser posteriormente reconocido por los escritores ya deja ver en ellos su animus injuriandi, por cuanto, aun sabiendo y conociendo la verdad de las cosas de primera intención le atacan con sendas afirmaciones pretendiendo hacer después, cuando ya se ha dejado en los lectores una errada impresión e imagen del suscrito, acotaciones absurdas que de ninguna forma alivian el mal causado”.
Gutemberg, creo que Alembert merece un tirón de orejas. Está sacando una frase de contexto. ¿Por qué no citó en la demanda la frase completa? La frase es la siguiente:
“El Presidente sí conocía de todos los contratos de su hermano. Fabricio Correa Delgado lo reconoció y argumentó su afirmación al mencionar una conversación que mantuvo con el primer mandatario …” (Negrilla y subrayado son mías)
El texto claramente señala que la afirmación es de Fabricio Correa. Estimado Gutemberg, me temo que Alembert distorsiona el sentido de lo escrito en el libro. Pero no creo que lo haya hecho con mala fe. Lo más probable es que no haya leído el libro y alguien lo haya engañado, por lo que encantado me encargaré de hacerle llegar una copia a este noble abogado.
Sin embargo, aparte de la distorsión de lo escrito, hay algo mucho más interesante en este párrafo: “por ello (Rafael) no ha sido autor, cómplice o encubridor de delito alguno ni de ninguna persona, siendo absurdo que se diga que ha conocido sobre los contratos de su hermano…”. ¿Están afirmando los abogados de Rafa que lo hecho por Fabricio es ilegal? ¿Por qué dicen que Rafa no ha sido autor, cómplice o encubridor de delito alguno si nadie lo acusó de aquello? ¿No se supone que no había nada ilegal en los contratos de Fabricio y que por eso el es libre y feliz?
Supongamos que Calderón y Zurita efectivamente afirmaron que Rafa conocía los contratos. Si estos contratos no son ilegales como decenas de veces afirmó Rafa, ¿dónde está la injuria? No es injuria decir que alguien conoce un tema legal. Pero si los contratos de Fabricio son ilegales y los periodistas acusan a Rafa de conocer un delito, ¿por qué no se ha tomado ninguna (NIN-GU-NA) acción contra el supuesto autor de ese delito?
Evidentemente, los favorecidos con la demanda son Rafael (que se hace millonario) y Fabricio (que hizo contratos millonarios sin sanción). Los que pierden, son los que sacaron los trapos a la luz.
Terminemos con la payasada:
“Casi al final del pseudo libro, en la página 458, de forma equivocada y atrevida realizan la siguiente cuestión: “¿Qué hubiera pasado si la investigación periodística no hubiese revelado esta relación de negocios entre el hermano contratista y funcionarios del Gobierno del hermano Presidente?”. “¿Fabricio Correa habría seguido acumulado millonarios contratos a través de empresas vinculadas y el Gobierno habría simulado no darse cuenta?”. Que es evidente que los pseudos escritores con sus infundadas y delincuenciales afirmaciones pretenden figurar y acaparar los medios de comunicación, sin embargo, esto no les da derecho a dañar y atacar su imagen y peor aun atribuirse hechos que surgieron en base a su convicción y buenos principios y no a la intimidación absurda supuestamente proveniente de las pseudo investigaciones de los denunciados, creyéndose ellos que están por encima del bien y mal y que por ello tienen patente de corso para denigrar a diestra y siniestra la honra ajena, en este caso del suscrito”
¡Jajajajaja! (Disculpen, es que estos abogados escriben muy chistoso)
Las preguntas del libro son absolutamente sensatas. Y me atrevo a ensayar una respuesta: si Calderón y Zurita no denunciaban los contratos de Fabricio, éste seguiría contratando con el Estado y permanecería como una persona cercana al círculo íntimo de poder. Si el ánimo de Rafa fuera frenar la corrupción, su hermano debería responder ante los tribunales y no quien lo denunció.
Pero son los periodistas quienes deben pagar y el poderoso, el que estrene su two million buck smile.
Delft
febrero 7, 2012
La sentencia es una pésima noticia, jamás debería haber tenido lugar. Poner de relieve que el hermano del Presidente mantiene contratos millonarios con el Estado es un ejercicio honesto de periodismo que en cualquier democracia debería ser bienvenido. Qué insinúa el Presidente, que los contratos de su hermano son ilegales? Porque, si no son ilegales, cómo puede haber injuria? Con la sentencia en la mano, Fabricio Correa debería demandar a su hermano: él sí que está insinuando que su hermano ha cometido una ilegalidad. Y lo anterior, por no mencionar que la premisa de la demanda raya en lo absurdo: pretender que el Presidente desconocía los contratos de su hermano es, para cualquier persona con sentido común, de un pasmoso candor. Que no lo supiera sería tanto o más grave que conocerlos.
Alfredo Pérez
febrero 7, 2012
De lo que he leído y conozco al respecto del caso que se comenta, se reduce a que los autores del libro “El gran hermano” afirman en su contenido, que el presidente Correa, conocía de los contratos de su hermano Fabricio; lo cual él niega y ha demandado que se le pruebe tal aseveración.
Si hoy hay una sentencia a favor del Economista Rafael Correa… será porqué no se pudo probar la aseveración del texto.
Además personalmente considero que nada tiene que ver con la libertad de expresión, al igual que en el caso del Universo.
polificcion
febrero 7, 2012
De lo que ha leído, ¿ha leído por si acaso el libro?
Me parece que no.
CAV
Delft
febrero 9, 2012
En una sana democracia, la frase «el presidente conocía los contratos de su hermano» no hubiera dado lugar a ningún procedimiento judicial y, desde luego, a ninguna sentencia como la recaída en este caso. El exceso de judicialización crea parálisis en la sociedad y genera temor en actores que -guste o no- son esenciales para la democracia. Entre ellos se encuentra, sin duda, la prensa. Sólo quien no ha vivido una dictadura puede pretender que los ataques a la prensa carecen de importancia. De igual modo, la influencia del ejecutivo sobre la judicatura, cuando se da, resulta fatal para la democracia y, a la postre, la libertad de todos. En el presente caso, el Presidente recibe dos millones de dólares (y ya van casi 43) porque dos periodistas afirman, al pie de lo sostenido por su hermano, que el Presidente conocía de los contratos de este último. Se trata, en el peor de los casos, de una conclusión más que razonable. Que los periodistas reciban semejante condena no sólo resulta un disparate jurídico, sino también -como dije en el primer post- una pésima noticia para la democracia y la sociedad en general. El disparate jurídico, por lo demás, es doble: en primer lugar, sin sostener previamente que los contratos son ilegales (el Presidente lo sostiene?), resulta extremadamente difícil argumentar la existencia de una injuria. Y en segundo lugar, en el ámbito de la prensa, es conocido que los estándares para apreciar una injuria son -si cabe- todavía más estrictos, ya que existen intereses contrapuestos (ambos tutela dos jurídicamente): por un lado, el honor de las personas, y, por el otro, la libertad de prensa. En las sociedades democráticas, la tendencia es sin duda la protección de esta última, ya que se considera esencial para el bien común. Lo anterior no significa que los periodistas puedan decir cualquier cosa; tan solo implica que deben poder realizar su trabajo en la confianza razonable de no ser demandados por cualquier persona contraria a las tesis expuestas en sus artículos. Como en todo, el sentido común es clave para evaluar cada caso concreto; y en el presente, ese sentido común ha brillado por su ausencia.
David Zambrano.
febrero 7, 2012
Bueno, en este momento (al leer y enterarme de la sentencia), sólo se me ocurre parafrasear a aquel sifilítico proveniente del ¨último rincón del mundo¨:
Bienvenidos al asco de nuestra realidad nacional.
Alex Jaramillo (@Malex165)
febrero 7, 2012
“El Presidente sí conocía de todos los contratos de su hermano. (esta parte en el libro original no está entre comillas, por tanto es reflexión y afirmación del autor del libro, las comillas las pusiste tú en este texto) «su hermano» no dice «mi hermano».
polificcion
febrero 7, 2012
Por favor cita la frase completa. Luego LEA (leer no es solo reconocer letras y palabras, sino también comprender el significado de las mismas)
Esto no se trata de unas comillas, por favor.
CAV
Alex Jaramillo (@Malex165)
febrero 7, 2012
Chuta, no me entiendes, ha habido juicios por plagio de frases o ideas en tesis por NO poner comillas y dices que no es relevante. Sin comillas uno se apropia como suya esa frase, pero bueno, en fin!
polificcion
febrero 7, 2012
Podría citar algún antecedente en cualquir parte del mundo donde un juicio por calumnias implique el pago de dos millones al aectado porque el periodista olvidó poner unas comillas?
Gracias
CAV
Fabián Herrera
febrero 8, 2012
es cuestión de principios… no de billetes…
Calderón y Zurita lo hicieron buscando una oportunidad para saltar a la fama como escritores, o como personajes pñublicos…
utilizaron la cobertura del presidente y su hermano…
Ahora… Rafael Correa sería un estúpido sí conociendo lo que estaba haciendo su hermano se hubiera quedado callado… no es lógico…
porque, conociéndolo por su desarrollo mental en estos años (Rafael es sumamente cerebral y metódico), no podía acolitarle a un imbécil como Fabricio, para perder todo el poder que se le ofrecía en bandeja la vida y el destino en ese momento…
es por eso las iras de Rafael Correa… tiene iras porque a nadie le gusta que le utilicen…
y mucho menos un par de imbéciles como Calderón y Zurita…
ellos mintieron tontamente… se dejaron llevar, como lo hacen los mediocres, por el torrente de las circunstancias…
ahora… por otro lado… argumentar lo de la libertad de prensa es una idiotez…
tú sabes Vera jr… que la libertad de prensa no es para el pueblo… para nada…
es libertad para que los dueños de los medios hagan negocios pingues… como lo de los celulares y Ecuavisa, el Universo, y el Comercio…
ojalá hubiera libertad verdadera para el pueblo…
pero que diría el pueblo si está estupidizado por los mismos medios
polificcion
febrero 8, 2012
Le recomiendo que lea el libro.
Y le recuerdo que Rafael lo primero que hizo fue defender los contratos de Fabricio.
CAV
Xox
febrero 24, 2012
Fabián H:
¿Cuestión de principios? Hasta se podría argumentar eso si se hubieran limitado a frenar la distribución del libro en Argentina durante la Feria del Libro, pero al pedir 10 millones de dólares en un caso y 80 en otro está claro que se busca el dinero en y por sí mismo, no entiendo cómo haces para no ver eso.
Tampoco entiendo con qué método descubriste las intenciones ocultas de terceras personas (buscar la fama, según dices). Hay un libro con denuncias graves y bien fundamentadas, y tú pretendes ignorar eso basado en las (supuestas) razones de los autores a la vez que los tildas de imbéciles y mediocres. Ni siquiera te refieres al contenido del libro, con lo que utilizas algo que ya se conoce de sobra por estos lados: falacia ad hominem.
Luego argumentas que Rafael Correa es «cerebral y metódico», lo cual es muy discutible: para lo primero, basta haberlo visto perder la cabeza en innumerables ocasiones (parece ser, al contrario, muy visceral gran parte del tiempo). En cuanto a lo segundo, hay decisiones (prohibir la importación de calefones) que parecen tomadas al apuro y otras en las que se contradice luego de un tiempo: anunciar impuestos «verdes» / anularlos, declarar ilegítima la deuda / pagar parte de ella, eliminar el requisito de pasado judicial a los Colombianos / volverlo a pedir, anunciando que ayudará a reducir la delincuencia, por el bien de los ecuatorianos… en fin, esos adjetivos no calzan muy bien con el Presidente. Pero basado en que «lo conoces» y supuestamente es así, deduces que no hubiese sido lógico que se hubiera callado si hubiese conocido de los negocios. Así, en lugar de preguntarte si hubiese sido posible que un Presidente no se entere de los contratos de su hermano con el Estado, y de cuestionarte sobre las medidas que Rafael Correa tomó que hicieron posibles los negocios de Fabricio (hechos puntuales), te basas en tu fe para decidir que ignoraba todo al respecto, sin tener ningún dato verificable.
¿Fabricio Correa, un imbécil? No lo conozco personalmente, pero habiendo visto su ingenio y su agilidad mental y verbal, la verdad es que parece un tipo muy inteligente, al igual que su hermano. Y si a eso añades el dato de que consiguió contratos millonarios con empresas de poco valor, a través de complejos trucos legales (que fueron posibles debido a acciones concretas del Presidente del Ecuador), creo que deberíamos concluir que Fabricio es muy astuto.
Son sofismas como los que tú utilizas los que estupidizan a la gente e impiden que se discutan hechos puntuales y concretos. Pero honestamente, no creo estarte diciendo nada nuevo.
A.
Marcelo Salvador
febrero 8, 2012
La libertad de prensa es no es un beneficio de los dueños o quien controlan los medios que por supuesto pueden hacer ganancias o ganar poder. Es en beneficio de los lectores que pueden decidir en base a la informacion que disponen a quien creer y a quien no hacerlo. Para ello se debe disponer de mayor variedad de informacion y eso no se logra cerrando medios o apresando a periodistas sino exhibiendo argumentos creibles.
Fabián Herrera
febrero 9, 2012
en cada acción movimiento que ocurre dentro del devenir mundano existen tres elementos indispensables para que exista el «algo»: un sujeto, un verbo, y un complemenento…
en este caso en cuestión, el sujeto, son los dos elementos o escritores Calderón y Zurita… el verbo, es el por qué se pusieron a hacer esto: lo de escribir en ese ángulo, el libro… y el complemento, son las circunstancias que les tocó vivir en esa experiencia, la de escribir contra el presidente…
a ellos no les motivó si no el buscar otra cosa que beneficio personal… atacando a quién ellos pensaron les iba a producir más réditos personales…
y eso es justamente lo que se quiere cambiar… ese sentimiento o acción, o verbo de acción, de querer encontrar solo lo que a cada uno le interesa y conviene…
la sociología habla de la mayoría silenciosa con el poder ciego del voto decididor final…
acaso los medios de comunicación no manipulan esa idea con el poder de la semiótica subliminal?
es tiempo de, al menos como anhelo, intentar buscar una nueva cosmovisión del mundo…
los parásitos de los negocios de los gobiernos de turno muy dificilmente serán eliminados de las arenas políticas…
el atentar malamente contra quién ha sido designado como el portavoz de la mayoria de la población es una mala nota para la pobre mayoría silenciosa que se desangra en una oscuridad supina…
polificcion
febrero 12, 2012
me atrevo a afirmar que no has leído el libro.
Me equivoco?
CAV
Delft
febrero 12, 2012
Dos personas han sido condenadas injustamente. Revestirlo de poesía no cambia los hechos.
JAD
febrero 16, 2012
Vaya demanda, es casi tan ridícula como los argumentos de ya sabemos quiénes en este blog. Saludos y gracias por mantenerlo.